domingo, 26 de junio de 2011

Anticristo de Lars Von Trier o porqué caperucita no debe ir al bosque


No negaré la impecable factura visual de la película, que si uno consiguiera ignorar el resto sería una delicia, y tampoco negaré que Von Trier conoce profundamente algunas grietas de las mentes torturadas, probablemente por experiencia propia, y las recrea con sorprendente fidelidad.



Pero hasta ahí.

Si no habéis visto la peli, y queréis verla, no sigáis leyendo, porque la voy a spoilear por completo. Y si os acordáis del argumento no leáis hasta después de la siguiente foto, porque la he resumido en una parrafada eterna.

La película comienza con una pareja echando un polvo animal, en blanco y negro, mientras escuchamos música clásica. El hijo de la pareja, un pequeño y tierno rubito, decide levantarse de la cuna, y tras asomarse a ver lo que hacen sus padres considera que la nieve que entra por la ventana abierta es mucho más interesante, así que salta.

Él, estoico y racional psicólogo conductual, parece no sentirse afectado por la pérdida. Pero ella, como buena madre, termina ingresada en un psiquiátrico presa de una terrible depresión.

Él, pensándose el más inteligente, considera que nadie va a hacerle una terapia a su mujer mejor que él mismo. Así que se la lleva a casa, y no sabemos porque, decide, en lugar de trabajar sobre su duelo, que hubiera sido lo lógico, preguntarle qué es lo que más teme.

Ella responde que lo que más teme es el bosque, dentro del cual hay una casa llamada Edén donde se había marchado el verano anterior ella sola con su hijo para escribir su tesis doctoral.

Él decide que lo mejor que puede hacer es llevarse a su mujer al lugar en cuestión, para exponerla a su miedo y de esa forma curar su duelo (es la forma más extraña de tratar un duelo que he visto en mi vida).

El drama está servido.

Una vez están bien aislados en el bosque, él descubre que, mientras ella hacía esa tesis que no llegó a terminar, que casualmente se llama Ginecidio y estudia las atrocidades que los hombres han hecho a las mujeres a lo largo de la historia con la excusa de la brujería, sufrió un brote psicótico. Su mente delirante comenzó a pensar que si los hombres han torturado y asesinado a las mujeres es porque en alguna parte de ellos hay una naturaleza malvada, y en alguna parte de las mujeres también debe haber un lugar para esa naturaleza perversa que hace que se merezcan las torturas. Así, llegando a estas conclusiones y bajo el terrible influjo de del bosque, ella misma conectó con esa parte terrible, incontrolable y salvaje en su interior.

Evidentemente, cuando vuelve a ese lugar en mitad de su duelo, vuelve a sufrir los mismos síntomas, y se convierte en una bruja malvada, que no quiere nada más que follarse a su marido a lo bestia, y después cumplir los designios de la naturaleza matándole.

Él, fiándose de su razón y su soberbia, sigue tratando de curarla (sin poder evitar tirársela de vez en cuando, que antes que terapeuta es hombre).

Así que, cuando menos se lo espera, ella le ataca golpeándole los genitales con un buen trozo de madera, y cuando queda inconsciente por el golpe le atraviesa la pierna con una barra atornillada a una rueda de piedra, para asegurarse de que no se marcha.

A partir de ese momento, él también pierde la razón, y comienza a alucinar como ella, y tras una persecución por el bosque, mientras ella intenta frenarse a sí misma con una automutilación genital (supongo que tratando de amputarse ese deseo sexual tan peligroso), él consigue soltarse. Así que el pobrecito no tiene más remedio que asfixiarla con sus propias manos y después quemarla en una hoguera, como buena bruja.


No sé si a Von Trier se le han filtrado sus peores temores en la película, pero es un fantástico aviso de los peligros a los que están expuestas las mujeres por lo que algunos hombres temen de ellas. Analicemos aquí sus enseñanzas:

En primer lugar, ella se vuelve loca por primera vez cuando se marcha al bosque con su hijo a escribir su tesis, dejando en casa a su marido. Mujeres, de esto aprenderéis que si tratáis de perseguir a la razón o vuestra carrera profesional lejos de los brazos amantísimos de vuestros maridos, se os desatará vuestra naturaleza incontrolable y os volveréis unas zorras taradas.

Después, vuelve a enloquecer cuando antepone el placer (ese polvo salvaje) a la maternidad. La sexualidad desatada de ella mata al hijo, varón por cierto, de ambos.

Y a partir de entonces no piensa más que en satisfacer a su vagina dentada follándose una y otra vez a su pobre marido cuando no está rota de dolor por su hijo (De madre a puta y tiro porque me toca).

Pero por si no teníamos bastante con tanto tópico, aquí vienen los avisos para ellos.

Él, el personaje racional y carente de emociones, también enloquece, pero lo hace cuando deja de ser un hombre. Primero ella le destroza la polla de un golpe (Lars, mírate la angustia de castración, amigo…), y después, cuando está inconsciente, le penetra la pierna con un hierro, para evitar que se marche y la abandone (Lars, mírate la relación con tu madre, guapo). De esa forma, sin genitales, fuente de toda masculinidad, y perdiendo su condición de hombre al ser penetrado, pierde la razón, atributo masculino por excelencia en oposición a la naturaleza femenina, y no tiene más remedio que estrangularla con sus propias manos para poder huir de ese amor de ella que le ahoga, y quemarla en una buena pira.

Un "crimen pasional" como otro cualquiera, aderezado con un poco de locura para justificar.

Como Lars nos enseña, cuando nuestra sexualidad escapa a su control a algunos les resulta voraz, incontrolable y letal, y no les queda más remedio que asfixiarnos con sus propias manos.

De la inquisición a la postmodernidad, lo mismo de siempre, queridas.












3 comentarios:

  1. No he visto la peli pero tampoco he podido resistir leer hasta el final. Y la veré igualmente, creo que por esta tendencia masoca que tengo a veces de abusar del filtro de género... Gracias por spoilear y gracias por la advertencia!

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  2. Nada bueno puede salir de este mentecato. Ya veo que ha pasado de la mujer sacrificada ("rompiendo las olas", la infame "bailando en la oscuridad") a la mujer descontrolada y violenta... Genial tu comentario a la película. Prometo no verla.
    Muuuuuuaaaaks

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  3. nena, hacía un montón que no entraba en tu blog y me encuentro esta maravilla... Yo la peli no pienso verla, pero casi casi que entran ganas después de leerte ;-)

    un beso y a ver si volvemos a quedar, joe!

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