viernes, 18 de febrero de 2011

Autopsia de una langosta


La primera vez que coincidí con Helen fue en Stonewall Contraataca, en Barcelona. Salíamos de ver a las Perras del Apocalipsis revolcarse, penetrarse, cortarse y lamerse en un escenario, entre prótesis futuristas y cámaras de vídeo. Yo todavía estaba removida por lo que había visto, y ella me preguntó qué había sentido. En aquel momento sólo tenía sensaciones primarias en el estómago, entre la excitación y la repugnancia, a las que no podía poner palabras, así que racionalicé, que es lo que hago cuando algo me desborda. Era cierto que la aparición de un bisturí en escena rasgando la piel de una de esas criaturas me había hecho recordar las horas en la sala de disección en la facultad, o el olor que hay en los quirófanos, haciendo que mi excitación se mezclara con recuerdos deshumanizados y desagradables. Pero en aquel momento sólo acerté a explicarle que algo en lo que había visto me había resultado frío, metálico y tecnológico, mientras ella me escuchaba con atención y me decía que era importante saber lo que las performances producían en los que miraban. Tiempo después he podido volver sobre mis sensaciones aquel día, y extraer muchas más conclusiones, pero esa es otra historia.

La segunda vez que me he encontrado con Hellen ha sido en las páginas de su libro. En ellas habla de parto orgásmico, del desplazamiento del cuerpo en nuestra cultura, de drogas, de amor (de pareja) y de amor (de manada). También relata un viaje de regreso a Buenos Aires, de quien una vez vino desde Argentina, que me emocionó al haber hecho yo recientemente el camino inverso (de Madrid a Buenos Aires y vuelta) y estar ahora sintiendo nostalgia por esa ciudad porteña que tanto he odiado cuando pisaba sus calles.

El libro de Hellen ahora, como su pregunta entonces, ha sido una invitación a pensar. Pero no a un pensamiento disociado del cuerpo, sino al que camina sobre la cinta de Moebius que da continuidad entre palabra y carne, hasta que uno se da cuenta de que se trata de lo mismo.

2 comentarios:

  1. gracias!! las preguntas son puertas... espero que te lleven a paisajes deseables...

    bs!

    helen

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  2. Me mola tu blog, andaba buscando cosas de psiquiatría y feminismo, por si existía algo parecido, algo así como psiquiatras feministas en los que poder confiar en caso de brote, que ya llevo algunos.
    Bueno, y aquí estoy, un poco de casualidad, saludando. Encantada.

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