Aquí,
donde se agarran las cosas
y se coge en la cama,
donde una discoteca
es un boliche
y enamorarse
ponerse de novios.
Aquí,
donde si tomas mucho
te emborrachas,
a mi forma de extrañarte,
la llaman tango.
Ya no estoy en Buenos Aires, pero no dejo de extrañarte, ni de celebrar el día en que nos tropezamos. La próxima vez lo celebraremos juntas, en casa.
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De tanto -tantísimo- tango, esto nuestro es de milonga. Bien lo sabes.
ResponderEliminarVuelve pronto conmigo, a bailar, que me estoy muriendo de agua y me debes muchos pasos.
Cuento los días.
Gracias, M.
wow!!, B-O-N-I-T-O (lo de ambas!)
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