Usted, en realidad, es homosexual.
Pero no se alarme. Su heterosexualidad es sólo fruto de una disfunción producida por la deficiente identificación con su figura masculina de referencia, estoy seguro de que no pasó suficiente tiempo con su padre.
No, no diga nada, seguro que su sobreidentificación con su madre produjo que su deseo se orientara hacia la masculinidad que representaba su padre, en lugar de hacerlo de forma natural, hacia su madre. No ha superado usted el complejo de Electra. Cuestión de miedo a la castración del dildo.
No se preocupe, estoy seguro de que podremos ayudarla. Comenzaremos intentándolo con antidepresivos, si no funcionara, podemos añadir estrógenos. Con esta combinación conseguiremos disminuir su libido lo suficiente como para que deje de desear a los hombres. En el último de los casos, utilizaremos terapias aversivas, ligeras descargas eléctricas cada vez que mire a un hombre guapo.
No se asuste. Ya sé que suena algo agresivo, pero estoy seguro de que es mucho peor vivir como heterosexual. Por suerte es una enfermedad que podemos curar. No creo que le guste convivir con ese hombre que no la respeta, que la trata como una esclava, y que ni la escucha ni la comprende. Lo normal sería que viviera con una mujer, como todo el mundo.
Tranquila, no diga nada, no es necesario. Tómese una de éstas todas las mañanas, y nos veremos la próxima semana.
Ya verá cómo en unos meses será una feliz lesbiana.